martes, 8 de julio de 2014

El proceso repoblador tras la expulsión de los moriscos en el señorío de Relleu. (Mª. Carmen Claver Cortés). 3ª Parte.



Extracto de la memoria de licenciatura dirigida por el Dr. Antonio Gil Olcina, presentada en la Universidad de Alicante (1982).

3ª PARTE y última

    

     El otro documento fundamental para apreciar la lenta evolución del proceso repoblador es el acto de posesión del procurador del conde de Elda, D. Pavorde Deseáis, en 1692. En dicho acto los vecinos del común de Relleu señalaron que el señor conde tenía que respetar las concesiones realizadas anteriormente, en 1634, por el conde de Ana. El nuevo titular lo hizo y añadió otras nuevas concesiones, las cuales fueron recogidas también por D. Eduardo Soler:
1. —de maiz se pagará la doceava parte.
2. —Para construir la Iglesia se concede el arrendamiento de la tienda por 10 años.
3. —«Que per la dita fadiga que es donara per preu del arrendament deis fruits y drets dominicals, al temps de subastarse aquelles que no se puga llevar dit arrendament a la villa en cas que el vullga».
4. —El señor no podrá hacer el cabreve más que una vez en su vida y que la pena de comiso o de cualquier otra se libre el vasallo obligándose a pagar desde el día del cabreve adelante.
5. —El señor no podrá pedir cuentas a los jurados de los que le hubiesen administrado hoy.

     Que en 1692 el señorío de Relleu continuaba necesitando pobladores se puede deducir del hecho de que el procurador del conde de Elda, en nombre de éste, se ve en la necesidad de aceptar la imposición que le hace el común de vecinos, reconociendo y respetando las concesiones otorgadas en 1634 por el conde de Ana. Creemos que ningún titular estaba predispuesto, a no ser por necesidad extrema, a disminuir su posición de fuerza en las relaciones señor-vasallo.
     Como consecuencia de todo lo expuesto podemos deducir que el lugar de Relleu no sufrió, tras la expulsión de los moriscos, una «refeudalización». El proceso repoblador sufrió una lenta evolución, como consecuencia directa de las desfavorables condiciones físicas: relieve montañoso y tierras de secano.
     Los titulares del señorío se encontraron con el dilema de disminuir las imposiciones de sus vasallos, atrayendo de esta forma a nuevos repobladores, o bien no ceder en sus condiciones, y contar con un escaso número de enfiteutas. Los titulares del señorío se decantaron por la primera opción.
     En el s. XVII, tras la expulsión, los titulares intentarán ofrecer una imagen benévola. Las concesiones que se otorgan en 1633 son de gran importancia, ya que en ellas se regula la dirección administrativa y de la justicia del señorío, indicando la función de la justicia y otros miembros del común.
     Otro aspecto muy interesante es que se especifica que del vino se pagará de «cada vuit canters hu y que les viñes que novament plantaren sien tranques de dit dret per temps de deu anys...» todo ello con el fin de potenciar el cultivo de la vid en la zona.
     En otro punto se señala que «...del pañis que se cultiva... es pague de huy en avant de dret de señoría de dotze barselles una...». Además perdona a todos los justicias que hubiesen cometido faltas administrativas y a todos los vasallos que tuviesen faltas criminales. Esto era de gran importancia para los enfiteutas del lugar, los cuales se veían de esta forma libres de cargas económicas y judiciales.
     El aspecto más importante a destacar es el hecho de que en 1633 se especifique que «...les terres que novament se establiren sien tranques per quince anys...». Lo cual es un indicativo fundamental de la precaria situación del señorío de Relleu y de su necesidad de «atraerse» nuevos repobladores.
     En 1692 el nuevo señor habrá de reconocer las concesiones de 1633 y además añadir otras, aunque de menor relevancia. La más importante es la de que el señor sólo podrá hacer el cabreó una vez en su vida. Ello suponía un freno en la dirección de la señoría, ya que el cabreve se podía realizar todas las veces que quisiera el señor, a expensas suyas, y a costa del enfiteuta cada 10 años. En el cabreve se reseñaba todos los datos de la riqueza rústica y urbana de los pobladores del lugar.
     De todo lo anterior podemos deducir que en el caso de Relleu las relaciones señor-enfiteuta se relajaron considerablemente tras la expulsión de los moriscos. Tras ésta el señorío quedó prácticamente despoblado, sin embargo sus titulares no podían incrementar las cargas enfitéuticas, ya que ello hubiese significado que la repoblación hubiese sido mucho más lenta: había zonas que ejercían una mayor atracción en base a las condiciones físicas. La única opción posible fue disminuir las cargas. Posteriormente, cuando el señor se sienta seguro y la situación en la zona sea de prosperidad, intentará imponer nuevas cargas y mantener una postura firme, lo cual dará lugar a constantes enfrentamientos entre el señor y los enfiteutas.
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En el documento adjunto se pueden leer los capítulos del arrendamiento de los derechos de señorío de la villa y Baronía de Relleu hechos por el Exmo. Señor Conde de Baños y Elda, señor de dicha Baronía. Están escriturados en 1727 y en ellos se puede apreciar la variación sustanciosa de los derechos a favor del noble, toda vez que ya no le era necesario continuar con las concesiones al pueblo de Relleu porque ya no necesitaba de nuevos pobladores.





   
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