miércoles, 25 de enero de 2017

“Conociendo los pueblos de la Marina Baja”. Sella

El origen de la población se remonta al establecimiento de una fortaleza musulmana. Constituyó un importante núcleo de moriscos dependientes del conde de Cocentaina. En el año1609, antes de su expulsión, estaba integrada por 115 casas.

                                                             Panorámica de Sella.

Los moriscos dejaron su huella en aspectos tan importantes como el sistema de riego (acequias, azudes, balsas o instalación de molinos) o la morfología urbana que tanto caracteriza este municipio.
Los pobladores vivían prácticamente de los productos que ofrecían las numerosas huertas que se extendían a los pies del pueblo y alrededor de las fuentes que surgían por los alrededores (como las de l'Arc, el Morer, la de Nicolau en Tagarina, etc.). El resto del término estaba formado por masas boscosas y de prados que alimentaban a numerosos ganados.

                                                         La fuente de La Alcántara.

En esos tiempos, Sella, era el pueblo más próspero de la zona y todo él estaba habitado por moriscos.
Pero en 1609, los moriscos fueron expulsados y Sella quedó despoblada totalmente. Durante varios años, el pueblo estuvo abandonado, hasta que el barón de Sella decidió repoblarlo con gentes de la huerta de Alicante y de otras  tierras próximas donde habitaban cristianos. Esos fueron en realidad los  antepasados de los actuales pobladores. 

                                                       Sella. www.todocoleccion.net

Su iglesia dependió de la de Finestrat hasta el año 1574, en que se erigió como parroquia independiente.

                                               La iglesia de Santa Ana y su campanario.

Su economía está basada tradicionalmente en la agricultura, aunque desde hace algunos años es importante el turismo de interior.

                                                Pastor de Sella con su rebaño de cabras.

Entre sus monumentos y lugares de interés, se encuentran: El castillo de Santa Bárbara, declarado Bien de Interés Cultural, el restaurado molino de Amable, la iglesia parroquial de Santa Ana, el palacio del señor de la baronía y los parajes de la fuentes Mayor y de la Alcántara.

                                Castillo de Sella con la ermita de Santa Bárbara en su interior.

El número de sus habitantes ha ido disminuyendo durante todo el siglo XX, debido a la emigración hacia la costa.
En el año 1887 tenía 1.856 habitantes. Esa cifra fue decreciendo hasta llegar a los 566 del año 1991 y a partir de ahí, aunque muy lentamente, fue incrementando el número de vecinos hasta el 2009 en que paró su crecimiento  con un censo de 652 personas. Los siguientes años fueron de disminución y en el pasado 2016 eran 584 los habitantes empadronados, 273 hembras y 311 varones.  

                                                   Sella 1960. Foto Hermanos Galiana

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