miércoles, 18 de marzo de 2015

La Memoria Histórica

Nadie debería de olvidar su pasado. Las personas, al igual que las naciones, se van formando con el paso del tiempo y es la memoria la que nos lleva al desarrollo, a la preparación y  a crecer como tal, educándonos en el día a día, año tras año y siglo tras siglo hasta alcanzar lo que se es en la actualidad. La historia es la ciencia de la memoria.

 Memoria histórica es un concepto ideológico e historiográfico de desarrollo relativamente reciente, que puede atribuirse en su formulación más común al filósofo y académico francés Pierre Nora y que viene a designar el esfuerzo consciente de los grupos humanos por entroncar con su pasado, sea éste real o imaginado, valorándolo y tratándolo con especial respeto.

La Memoria histórica en casos extremos puede convertirse en una "verdad oficial" (cuya negación puede incluso ser perseguida legalmente) o en una verdad "políticamente correcta" o "pensamiento único" (impuestos informalmente).

Es en estos casos extremos cuando la Memoria histórica se vicia y se corrompe, dejando  de ser la memoria del progreso y de la prosperidad. Es entonces cuando algunos grupos, asociaciones e incluso individuos utilizan el término para despertar el odio y el enfrentamiento que el paso del tiempo se había encargado de aletargar.

En diciembre del 2007 se aprobó en España la Ley de Memoria Histórica, Ley por la que se intenta la reparación y reconocimiento de las víctimas de la guerra civil y el franquismo.

 Familiares de maquis junto a la fosa común en Adamuz (Córdoba).  JUAN MANUEL VACAS (El País)

Creo que es justo y por lo tanto de justicia que se facilite el acceso de los ciudadanos a la información que sobre ellos o sus familiares guarden los archivos, registros o fondos documentales públicos, así como que se difunda información histórica y de los documentos relativos a  la Guerra Civil, el exilio y la dictadura. Que se repare y se desagravie a quienes fueron perseguidos y condenados por razones políticas, ideológicas o de creencia religiosa durante la Guerra Civil y la dictadura. También que se posibilite ser español a los descendientes hasta el primer grado de quienes hubiesen sido originariamente españoles y tuvieron que salir de España por culpa de la maldita Guerra Civil.

No voy a entrar en si de los dos bandos de la contienda civil unos eran los buenos y los otros los malos, si unos eran los legítimos y los otros los sublevados, si unos eran los santos y los otros los demonios. Lo cierto es que en los dos bandos lucharon personas obligadas a ello por estar geográficamente donde estaban, lo cierto es que en los dos bandos se cometieron atrocidades, lo cierto es que en los dos bandos hubo mucha miseria y muchos muertos, lo cierto es que hubo una guerra y en ella perdimos todos.

 Soldados Replublicanos. www.abc.es

Pierre Nora nos dice que “No hay que confundir memoria con historia”. Cada uno de nosotros llevamos en la memoria lo que durante el transcurso de nuestra vida hemos visto, vivido y oído y todo eso junto es la percepción que individualmente nos hacemos de todo lo pasado, es decir, de la historia. Pero solo es la propia y verdadera de cada uno y por ese motivo debemos de respetar la verdadera de los demás.
La propaganda, el énfasis, la impetuosidad y la dialéctica de algunas personas hicieron y hacen estragos en otras. Intereses privados y partidistas minaron y siguen minando las mentes más débiles que pensaron y siguen pensando que los míos son los buenos y los otros los malos.

 Requetés riojanos saliendo de Logroño. https laverdadofende.wordpress.com

¡Ya está bien! Dejemos de enfrentarnos por lo que fue una detestable y maldita guerra entre hermanos. No olvidemos nunca que esa aborrecible guerra nos costó más de un millón de muertos, familias enteras destruidas y una nación inmersa en la miseria. 

 El Valle de los caidos. memoriahistorica.org.es.

Esa es la historia que nunca debemos olvidar para no volver a caer en el mismo error.

Hace poco cayó en mis manos la carta que un español de familia emigrante en Francia le mandó a un amigo suyo, hijo de exiliados españoles de la Guerra Civil. Un poco harto de sus discursos políticos en favor de uno de los bandos beligerantes en la contienda y  de continuos, monótonos y pesados sermones partidistas sobre la Memoria Histórica que su amigo le propinaba cada vez que tenían ocasión de hablar.
Esta es la carta:

               Querido Pepe:

            Quisiera dejar claro de una vez por todas la cosa esa de rojos y nacionales, y también mi postura en lo que se refiere a la “memoria histórica”, precisamente porque en una ocasión que hablábamos por teléfono me hiciste la pregunta y no pude contestarte como me gusta hacerlo contigo. Tu familia y la mía lo tenemos todo en común, como me dijiste, a tu padre lo condenaron a muerte los de Franco y luego lo indultaron; a mi bisabuelo también lo condenaron a muerte por haber sido concejal socialista, y también lo indultaron. A mi abuela la condenaron a muerte y le conmutaron la pena por un confinamiento de 3 años en una finca perdida en el monte. El padre de Blanca, mi mujer, siguió luchando en las montañas de León después de la victoria franquista hasta que lo apresaron y le dieron muerte. Mi mujer tenía 7 años. A mi suegro lo había denunciado un antiguo cacique socialista de Bembibre. Esta historia la cuenta Julio Llamazares en su novela “Luna de lobos”. Mi padre fue apolítico militante y jamás olvidó que un camarada de su propio bando intentó hacerle perder la vida. ¿Qué pueden ganar tu familia y la mía en  una “Memoria histórica” diseñada por los políticos? A Blanca, cuando vamos a Torre del Bierzo, todos en el pueblo la saludan porque es la hija de Emilín, un hombre que no solo fue valiente, sino que además tenía una inmensa envergadura humana. 60 años después la gente se sigue acordando, el que no lo ha vivido lo sabe por sus mayores. Esta es una memoria merecida y desinteresada. A ti ¿Qué te parece?

   Te contare una anécdota a la que se refiere José Luis Ferris el biógrafo mas acreditado de Rafael  Alberti. Era el 24 de febrero de 1939, ya había muerto Antonio Machado en Collioure y Barcelona había caído en manos de como tú los quieras llamar. Miguel  Hernández acudió a Madrid para asistir en la “Alianza de intelectuales” a un homenaje a las mujeres antifascistas  organizado por Alberti y su mujer María Teresa León. Miguel había pasado dos años en las trincheras luchando, con el pico y la pala, con el fusil  y sobre todo con los versos. Había perdido 20 kilos, mientras Alberti no había oído un disparo en toda la guerra, estaba orondo como una pava Navideña y se hacía fotografiar con traje de comandante y brillantes botas de jinete.

 Cuando entró Miguel en la “Alianza”, puestas las mesas con las viandas más exquisitas, se acordó de sus camaradas que vivían, desesperados de hambre, el horror de las trincheras y gritó: “Esto está lleno de putas e hijos de puta”. Alberti  le espetó que repitiera lo que había dicho y Miguel lo escribió en una pizarra. ¿Del lado de quién te pones Pepe? ¿Del de Alberti ese guerrero de salón o del de Miguel?

 Los jóvenes, que los políticos enfrentados mandaban a la muerte durante la guerra civil tenían entre 18 y 20 años, sus madres no tenían más de 40, la inmensa mayoría eran chicos como mi padre, sin cultura, apenas  sabían escribir y no tenían más ideal que perder su virginidad con cualquier puta. Cuando los militares mandaban los planes para sus ofensivas incluían una previsión de bajas, 20.000, 40.000, 100.000 jóvenes. Los mismos zagales en un bando como en el otro, de Valencia o de Valladolid, de Barcelona o de Badajoz, incultos  y con idénticos ideales. Para poder atacar se necesitaba el visto bueno del ministro de la guerra, su firma equivalía a una condena a muerte, a muerte para 20.000, 40.000, 100.000 inocentes. ¿Cabe la posibilidad de que si te asesinaban unos eras mejor muerto que si te asesinaban otros? 

 En la guerra civil había dos bandos, el de los despiadados verdugos: Franco, Azaña, Mola, Largo Caballero, Sanjurjo, Negrín, Mola, Lister, etc.  por una parte y un millón de jóvenes que murieron siendo todavía vírgenes. ¿De qué lado te pones Pepe? En una época muy triste como la que vivimos, en la que los políticos no han podido disimular más que pertenecían a la misma casta pienso que se impone la evidencia.

Como tú, estoy por la memoria histórica. No hay día que no se me aparezcan ese millón de jóvenes conducidos a la muerte por la loca ceguera de un puñado de desaprensivos.  Decía  Milosz:”Perdonar pero no olvidar”, dejemos que los políticos, carentes de sentimientos, olviden pero no perdonen, nosotros estamos hechos de otra madera. No olvidar que cuando unos seres perversos  consiguen injertar el odio en las personas las manipulan a placer y las transforman a su antojo. No debemos dejar nunca  más que nadie se apropie de nuestra libertad para crear un pensamiento unificado, “ser libres  es ser responsables” (Sartre) y ello implica que el comportamiento lo dicten las ideas propias y no las de la tribu. La complicidad entre los humanos debe nacer de una misma  ética, no de idénticas formas de pensar.

          Fíjate en Cataluña, políticos  sin escrúpulos,  tanto de derechas como de izquierdas (son la misma cosa), han despertado el odio de los "chonis" a partir del “España nos odia“y echando mano de su gusto por la butifarrada  los han sacado a la calle, como un solo hombre, han abducido su sentido común y les han hecho creer que un burro vuela. 

        Sé que igual que yo, piensas que personas inteligentes no pueden dejarse seducir por el independentismo en Cataluña ¿Cómo es posible que se dejen embarcar en una aventura ruinosa para Cataluña y para España?  ¿Cómo es posible que se dejen convencer por ERC? Una jauría de osos polares capitaneados por una morsa tuerta. ¿Cómo pueden hacerles creer que Leonardo Da Vinci, Colón, Américo Vespucci, Santa Teresa y no sé cuántos más son catalanes? Ves Pepe, la política es toda una mentira, nada es lo que parece, y sin llegar a estos índices de surrealismo nunca los que hacen de ella un negocio circulan en línea recta.

         Finalmente quiero decirte que el homenaje a mis padres es el mismo que les has rendido tú a los tuyos, he continuado el esfuerzo que hicieron ellos y en su honor conservo el espíritu pionero que nos llevó a la emigración. 
Un abrazo.

 Juan Negrín y Francisco Franco.


 Enrique Lister y el general Mola. www.generalisimofranco.com


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