domingo, 1 de febrero de 2015

Fusilamientos en Alicante el 8 de marzo de 1844. 1ª parte.


Desde mediados del siglo XIX y hasta el triunfo del franquismo en pleno siglo XX, Alicante conmemoraba todos los años (el día 8 de marzo), el recuerdo de los Mártires de la Libertad frente al monumento erigido en el malecón (hoy Plaza del Mar), en honor de los liberales progresistas fusilados por el capitán general Roncali en1844. Esta efeméride pasó a formar parte de la más pura tradición del pueblo alicantino como homenaje y exaltación de su carácter liberal y abierto.
Pero ¿qué es lo que pasó en Alicante durante los primeros días del año 1844?
A primeros de ese año, Alicante y parte de su provincia se vieron envueltos en una serie de acontecimientos en los que se vieron inmersos ciudadanos de nuestra comarca. Dos fusilados (de Finestrat y de Villajoyosa) y los vecinos de dos de nuestros pueblos (Relleu y Sella) implicados en la captura e incluso en la muerte de algunos jefes de las tropas que lucharon durante esos días por la libertad.

Pronunciamiento de Alicante de 1844.
 
A primeros de diciembre de 1843, se comenzaron a fraguar las ideas para realizar un movimiento liberal progresista en el que se exigían una serie de mejoras políticas, económicas y sociales frente al autoritarismo que adquiría el mandato del General Espartero. Este movimiento o pronunciamiento se inició en Alicante y Cartagena.

                                    Retrato_de_Baldomero_Espartero de Antonio María Esquivel


El Coronel de caballería, Comandante de carabineros D. Pantaleón Boné, que volvió al servicio después de haber sido depuesto por el gobierno, salió de Valencia en enero de 1844, con una columna de doscientos cincuenta carabineros de infantería y ochenta  de caballería  a perseguir al contrabando, de acuerdo con los progresistas y la junta organizada en Madrid fue preparando el terreno revolucionario, ayudado por el secretario del Gobierno político de Alicante, D. Félix Garrido. Llegó el 28 de enero; y al anochecer entró Boné en Alicante, fueron sorprendidos en el castillo y cuarteles las fuerzas del provincial de Valencia y presos sus jefes y oficiales.
         El vuelo de campanas, junto con salvas parciales de fusilería, despertaron a los alicantinos a las seis de la mañana del día 29; siguiendo los disparos de cañón y el toque de arrebato de la campana de la fortaleza anunciando al pueblo el pronunciamiento, que tan tristes consecuencias tenía que traer. 


       Se nombró una junta titulada Suprema de Gobierno, de los reinos de Aragón, Valencia, y Murcia, presidiéndola Boné, que hacía de Comandante General y se publicaron varias proclamas.
   Mientras el gobierno tomaba enérgicas medidas para sofocar aquel pronunciamiento, puso en estado de sitio los reinos de Valencia y Murcia, y se mandó que todos los jefes y oficiales y sargentos del ejército, armada y milicia, que hubieran tomado parte en la rebelión, fuesen pasados por las armas en el momento de ser habidos con la sola identificación de la persona.
         En cumplimiento de la circular de la Junta Provincial mandando movilizar en corto plazo la milicia nacional y su concentración en la capital, y al mismo tiempo se conminaba con ser pasado por las armas al miliciano que no se presentase, se organizaron en Villajoyosa y movilizaron las dos compañías de la milicia nacional existentes en el pueblo; y salieron el día dos de febrero de mil ochocientos cuarenta y cuatro, al mando de sus capitanes, D. Jaime Silvestre y del joven abogado D. Ignacio Paulino Miquel y Urrios, pernoctando en Orxeta, punto donde se reunió todo el batallón de la milicia nacional del partido de Villajoyosa; y entre dichas fuerzas se unió la compañía de Finestrat, al mando de su comandante D. Vicente Linares y Ortuño. El día tres de febrero entró toda esta fuerza en Alicante, tomando parte activa en aquel pronunciamiento.
         El Gobierno, mientras, preparaba su plan de ataque, y encargó para llevarlo a efecto al Teniente General D. Federico de Roncali, quien desde Valencia dictó un bando declarando en estado de sitio la región valenciana en 1 de febrero de 1844. El 3 de febrero Roncali salió de Valencia con una fuerte columna, y al siguiente día 4 salió Boné a su encuentro. El 6 de febrero, tras ser traicionado por alguno de sus oficiales, volvió Boné con sus mermadas fuerzas a Alicante, y se esparció la noticia de la llegada de Roncali a Muchamiel. 

                                                     General Federico Roncali

         Después de varios días de bloqueo por las tropas de Roncali, la situación de los pronunciados era muy difícil y crítica. La situación de la plaza era verdaderamente angustiosa, pues empezaban a notar carestía y escasez de víveres. En vano multitud de mujeres, niños y ancianos intentaban salir en grupo de la ciudad, suplicando les dejaran traspasar la línea, pero eran rechazados inhumanamente y atropellados con la mayor brutalidad por las tropas de Roncali, sordo a la voz de clemencia y conmiseración y comenzaron los fusilamientos en masa de todos los que apoyaron la sublevación. Cuando la ciudad fue completamente sitiada debido al desembarco de diverso material y algunas fuerzas del castillo, con su gobernador al frente, comenzaron a sublevarse, desde ese momento, Boné se consideró perdido.

                                                       Castillo de Santa Bárbara de Alicante

          La toma de Alicante fue debida, en gran parte, a la obra de un traidor que faltó a la confianza en él depositada y a la fe prometida a Boné, poniéndose luego a la disposición de Roncali y entregándole el castillo; ese fue al acto realizado por el gobernador del castillo de Alicante, Juan Diez el Empecinado. 

         En aquella triste y crítica situación, viendo Boné que todo estaba perdido, salió por la puerta de San Francisco a las tres de la madrugada del 6 de marzo, acompañado de seis amigos leales, en busca de refugio, logrando romper la línea de asedio. Vagaron errantes durante el tiempo que restaba de la noche hasta que llegaron al pueblo de Busot. Sin embargo, un miserable espía le reconoció, siguiéndoles los pasos hasta el término de Relleu, entrando en el pueblo con desaforados gritos de “¡Ahí va Boné! ¡Ahí va el Manco!”, y consiguiendo que los campesinos organizados en somatén, que levantaron algunos pueblos, acudieran y tomaran a su cargo la persecución de aquel grupo fugitivo. 



Bibliografía:

--Asociación Cultural Alicante Vivo (5 diciembre de 2007 y 15 de agosto de 2010). http://www.alicantevivo.org/2010/08/martires-de-la-historia-nueva-campana.html
 
--MARTÍ MIQUEL, Ignacio: Historia de Villajoyosa, manuscrito original conservado en el Museu de la Vila Joiosa, escrito en 1877 y corregido y ampliado entre 1919 y 1922 por el autor. Ayuntamiento de Villajoyosa. Serie Edicions digitals del Museu de la Vila, 1 (separata del capítulo XI). Accesible en www.villajoyosa.com y www.museusdelavilajoiosa.com . Edición y transcripción de Francisco Martínez Zaragoza y Antonio Espinosa Ruiz. Vila Joiosa, febrer de 2011.

        


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