lunes, 13 de septiembre de 2021

Familias enfrentadas de Relleu, Villajoyosa y Muchamiel, acabaron forzosamente formando parte de los tercios españoles. Año 1661

 El marqués de Camarasa, virrey del reino de Valencia, en carta fechada el 24 de enero de 1661, hizo saber a Su Majestad, el rey Felipe IV, que en la baronía de Relleu había gran malestar e inquietud debido a las maneras y conductas de los bandos que formaban las familias de los Cabot y los García. Desde hacía algunos años que los desafíos y provocaciones ocasionaban molestias y aunque en algunas ocasiones sellaron la paz, esta no era muy duradera.

Felipe IV, de Velázquez. Museo del Prado

Algunos de sus componentes habían cometido delitos y por ese motivo estaban ausentes de la villa y disponían de armas. La desconfianza y el recelo entre ellos era tal, que cualquier cosa, por leve que fuera, los exaltaba. No había pasado mucho tiempo desde que, debido a unos galanteos, los Cabot mataron a dos moros que estaban de parte de los García.

En Villajoyosa ocurría lo mismo entre los Llorca y los Llinares.

También en Muchamiel, las familias de los Berenguer y García por una parte y los Pastor y Alberola por otra, debido al parentesco y amistad entre ellas, estaban enemistadas.

 Parte del contenido de la carta del virrey de Valencia a Felipe IV

El virrey de Valencia, Don Manuel Gómez de los Cobos y Luna, marqués de Camarasa, mandó a estos lugares un batallón con el fin de terminar con las alarmas y perturbaciones que los individuos de estas familias ocasionaban al resto de los vecinos de las poblaciones mencionadas.

La operación se saldó con algunos presos en sus villas y otros conducidos a Valencia. Posteriormente, los que contaban con algún delito grave, fueron llevados a la frontera con Portugal a servir militarmente. Así mismo, se decidió, que los que no ostentaban tales culpas, después de haber hecho las paces, abandonaran sus lugares hasta nueva orden.

Documento remitido al rey sobre la resolución de las rencillas entre familias. Año 1661

Uno de los Llorca, que se encontraba preso en Villajoyosa, aunque no por tener pendiente delito alguno, y era conocido por ser persona tranquila y de buena aptitud y condición, al no estar comprendido entre los que serían mandados a formar parte del ejército, solicitó a las autoridades del momento el empleo en el real servicio, ya que había colaborado con ellas en la quietud de esos lugares.

En la solicitud pidió ser nombrado capitán y de serle concedida tal graduación, se llevaría en su nueva compañía, no solo a los Llorca, Cabot, Lorenzo, Pastor y Alberola, que entre todos sumarían unos treinta individuos, sino que completaría el escuadrón hasta los cincuenta hombres y con ellos serviría dos campañas.

                                                                             Los arcabuceros fueron una pieza esencial de los Tercios - Archivo ABC

Al virrey le pareció conforme, ya que en la zona se le consideraba una persona distinguida y apreciable, además ya había servido como alférez en dos ocasiones en las campañas de Cataluña.

Los García, Llinares y Berenguer no formaron parte de esa compañía, pero fueron a servir en Portugal, cada uno por el tiempo que se les señaló según sus delitos.

 

                                                                                    Los tercios de Flandes según Augusto Ferrer-Dalmau

Fuente: Documento de los Archivos Estatales.

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